El hosting es un servicio que proporciona recursos informáticos para alojar información, es decir, un sitio en un servidor que está siempre conectado a internet.

Existen varios tipos de hosting: hosting virtual, servidor virtual dedicado, servidor dedicado y colocación.
El hosting virtual es un tipo de alojamiento en el que varios sitios comparten el mismo servidor web. Es ideal para pequeños proyectos con bajo tráfico.
Aunque cada sitio tiene su propia sección en el servidor, comparten el mismo software.
Un servidor virtual dedicado tiene su propio sistema operativo y software necesario, pero utiliza los recursos de hardware compartidos (CPU, RAM, espacio en disco) de un servidor físico con otros servidores virtuales.
Este tipo de servidor cuenta con su propia dirección IP, puertos y reglas de filtrado. Sus ventajas incluyen un costo relativamente bajo y la posibilidad de configurar el software según las necesidades del administrador del sitio.

Un servidor dedicado es un tipo de hosting donde todos los recursos del servidor están asignados a un solo sitio. Este tipo de hosting se usa para aplicaciones que requieren muchos recursos o proyectos que no pueden compartir servidor con otros.
El propietario del servidor tiene acceso completo al hardware y software, pudiendo realizar cambios sin afectar a otros proyectos.
La colocación es un servicio que permite alojar servidores físicos y otros equipos del cliente en un centro de datos. El cliente adquiere el hardware y el proveedor lo conecta a la red eléctrica, al sistema de refrigeración y a la supervisión, garantizando una conexión rápida y estable a internet.