En un mundo obsesionado con los cuerpos femeninos, una reciente ola de celebridades conocidas por abrazar sus figuras más grandes está perdiendo peso. El impacto de este cambio ha generado tanto admiración como frustración, ya que estrellas como Meghan Trainor y Amy Schumer recurren a medicamentos para bajar de peso como Ozempic y Mounjaro. Mientras las figuras públicas presumen de sus nuevos aspectos, el debate subyacente entre la positividad corporal y los estándares de belleza de la sociedad se intensifica.

El Cambio en los Cuerpos de las Celebridades

La transformación de Meghan Trainor, atribuida a cambios en el estilo de vida y al uso de Mounjaro, sorprendió a muchos fans. Aunque antes celebraba cada curva, su reciente adelgazamiento planteó preguntas en las redes sociales. “Qué pena que otra mujer positiva con su cuerpo haya hecho exactamente lo que se suponía que estaban en contra”, comentó un seguidor. La presión de adherirse a una imagen particular en Hollywood es palpable.

¿Hipocresía o Elección Personal?

Algunos argumentan la hipocresía detrás de condenar la pérdida de peso en íconos de la positividad corporal. Una perspectiva presentada por la experta en cultura pop, Zorianna Zurba, sugiere que la cultura se vende en mensajes contradictorios. “Se trata de la positividad corporal para algunos y la aceptación solo para aquellos financieramente capaces de modificar sus apariencias”, señala Zurba. Esta dicotomía plantea preguntas cruciales sobre la elección personal y las expectativas sociales.

La Evolución de la Positividad Corporal

El movimiento de positividad corporal, que se originó alrededor de 2012, actuó como un contrapeso al aspecto “heroin chic” idolatrado en los ‘90 y 2000. Con un enfoque en cualidades tangibles más allá de la apariencia, el movimiento trajo el amor propio a la luz. Las likes de Amy Schumer defendieron este espíritu, pero las críticas surgieron cuando su adelgazamiento eclipsó los mensajes anteriores.

¿Un Ideal Inalcanzable?

A medida que las celebridades priorizan la apariencia con medicamentos para perder peso, la narrativa vuelve a centrarse en la delgadez. La Dra. Lindsay Bodell de Western University destaca los problemas que esto causa, explicando cómo las imágenes irreales refuerzan los valores sociales. “Estos ideales son inalcanzables para la mayoría, exacerbando la insatisfacción corporal”, afirma Bodell, incitando a la reflexión sobre lo que realmente encarna la belleza.

La Renuencia de Hollywood a Cambiar

A pesar de los cambios hacia la inclusión corporal, Hollywood se aferra a los estándares convencionales, tal como lo ilustran los hallazgos de The Representation Project. Los personajes que no encajan en el molde delgado son marginados, planteando la pregunta de por qué las estrellas que reciben elogios por sus elecciones de salud personal enfrentan críticas.

Una Espada de Doble Filo

Para figuras como Nelly Furtado, abrazar la “neutralidad corporal” es un paso hacia desprender la identidad del tamaño. Sin embargo, las reacciones siguen divididas, ilustrando los extremos implacables que enfrentan aquellos bajo el ojo público. Zurba lo expresa mejor: “Hay tantas capas de posible vergüenza”.

Conclusión

La lucha entre la aceptación y los estándares de belleza no está cediendo, pero quizás la comprensión abra puertas a la empatía. Las celebridades, como todos los individuos, merecen agencia en sus elecciones sobre sus cuerpos. Según CBC, entender estas dinámicas contribuye a un mundo más aceptante, donde los individuos son celebrados por cualidades más allá de las dimensiones físicas.