MOW se planta frente al W3C para proteger los intereses de los editores web
El Movimiento por una Web Abierta (MOW), un grupo de defensa vocal para los editores web, está chocando contra el Consorcio World Wide Web (W3C) sobre su propuesta de abolir las cookies de terceros. Este movimiento audaz genera preocupaciones sobre el favoritismo y la equidad competitiva. Según The Register, en julio de 2025, MOW presentó una queja formal ante la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido (CMA), argumentando que la iniciativa favorece desproporcionadamente a los gigantes tecnológicos como Google, a expensas de los editores web más pequeños e independientes.
Cookies de Terceros: ¿Un arma de doble filo?
En el centro de este debate se encuentran las cookies de terceros, paquetes de datos que permiten a las empresas rastrear a los usuarios a través de múltiples sitios. Si bien estas cookies plantean preocupaciones válidas de privacidad, especialmente cuando los datos se combinan para crear perfiles de usuario, MOW insiste en que eliminarlas socava la competencia. Los editores más pequeños, que carecen de los vastos reservorios de datos de primera mano de Google, Apple y Meta, temen un futuro sombrío sin los conocimientos derivados de terceros.
Un historial de bloqueos
La batalla contra las cookies de terceros no es nueva. Firefox y Brave encabezaron el movimiento al bloquear estas cookies en 2019. Safari y Vivaldi pronto siguieron su ejemplo. Google Chrome ha implementado bloqueos parciales por defecto en el modo de incógnito, mientras que Microsoft Edge aplica restricciones selectivas.
Preocupaciones de MOW: ¿Es el W3C realmente neutral?
El cofundador de MOW, Timothy Cowen, acusa al W3C de alinearse con Google, una perspectiva preocupante en lo que debería ser un organismo imparcial y abierto de establecimiento de estándares. Cowen destaca el llamado de MOW a la CMA, sugiriendo que los esfuerzos de erradicación de cookies del W3C infringen las obligaciones antimonopolio y sofocan la competencia en la publicidad web.
El panorama más amplio: la influencia de Google en el W3C
La queja de MOW arroja sospechas sobre la influencia de Google dentro del W3C, señalando que entre sus responsables de decisiones, algunos provienen de Google. El impulso del W3C contra las cookies de terceros, argumenta Cowen, podría beneficiar inadvertidamente a un jugador a expensas de la industria.
Buscar una competencia justa en el ámbito digital
Mientras la web navega por las tumultuosas aguas de la privacidad y la competencia, MOW es inequívoco en su demanda de normas equitativas que no perjudiquen a los jugadores más pequeños. Con las discusiones evolucionando bajo la Ley de Mercados Digitales, Competencia y Consumidores del Reino Unido, todas las miradas están puestas en la CMA para posibles intervenciones.
A la espera de futuros desarrollos
En un giro intrigante, Cowen también anticipa un fallo judicial sobre el monopolio de búsqueda de Google, destacando una lucha continua por prácticas digitales justas. El resultado podría redefinir la dinámica competitiva, potencialmente reformulando cómo los estándares web, como los del W3C, afectan el panorama de la industria.